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  • #76
    Un texte de Darwin dans lequel il atteste qu'il croit en Dieu

    He who believes that each equine species was independently created, will, I presume, assert that each species has been created with a tendency to vary, both under nature and under domestication, in this particular manner, so as often to become striped like other species of the genus; and that each has been created with a strong tendency, when crossed with species inhabiting distant quarters of the world...to produce hybrids resembling in their stripes, not their own parents, but other species of the genus. To admit this view is, as it seems to me, to reject a real for an unreal, or at least for an unknown, cause. It makes the works of God a mere mockery and deception; I would almost as soon believe with the old and ignorant cosmogonists, that fossil shells had never lived, but had been created in stone so as to mock the shells now living on the sea-shore".
    Charles Darwin
    Origines des espèces, chapitre 5 la loi des variations.

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    • #77
      mouloud

      Aussi je crois pas que l'évolution, si elle a abouti à l'homo sapien, était par hasard. Je crois que c'était ainsi destiné Wa Allah A3lam.
      Oui comme j'ai loin d'avoir les compétences pour dire si cette théorie est vraie ou fausse, j'admet que si elle est vraie, elle ne peut pas avoir pour moteur le hasard, c'est aussi la position de ceux qui croit aux design intelligent.

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      • #78
        bon un chrétien quelque chose que j'ai jamais compris mais qui croit un peut à l'ensemble de se que tu dit ! donc attention balak tu es dans le chemin du dejal
        Les Chrétiens croient que c'est Jesus qui les a créé. Ils sont polytheistes.

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        • #79
          J'ai trouvé quelque informations dans un site d'Islam espagnol:


          Cráneos humanos
          Los primeros en proponer una teoría coherente de la evolución de los seres vivientes fueron los científicos musulmanes de la época dorada de la civilización islámica, estos hombres motivados por los versículos del Sagrado Quran que llaman al ser humano a buscar los signos de Dios en la creación y a reflexionar en ellos se lanzaron a explorar el mundo que los rodeaba ávidos de conocimiento, analizando los fenómenos de la naturaleza con una visión científica, pues fueron ellos los padres del método científico, y la vez siendo profundamente creyentes. Por ello veo con tristeza y desconcierto que en nuestros días muchos hermanos musulmanes hayan adoptado las opiniones de los fundamentalistas cristianos dejando a un lado la rica tradición científica musulmana que convirtió al Islam medieval en la civilización mas culta y elevada de su tiempo.

          No veo ninguna razón valida por la que los musulmanes debamos unirnos a la cruzada irracional, fanática y oscurantista de los fundamentalistas evangélicos, sobre todo porque aquellos que se declaran acérrimos enemigos de la evolución son los mismos que constantemente están inventando calumnias grotescas en contra de nuestro amado Profeta (Dios lo bendiga y le de paz), ya que de la misma manera que manipulan vilmente las fuentes islámicas también tuercen las declaraciones de los científicos a su antojo citándolos fuera de contexto y recurren a deducciones sofistas para supuestamente refutar los hallazgos científicos que contradicen y por lo tanto hacen tambalear a sus corruptas doctrinas contrarias a toda sana razón y discurso natural (por citar un ejemplo siguen aferrados a que la tierra fue creada hace unos cuantos miles de años, cuando esto ya resulta del todo insostenible). Entonces si estas personas han demostrado sobradamente que son deshonestas a la hora de describir al Profeta (Dios lo bendiga y le de paz) ¿por que tendríamos que considerar confiables sus opiniones? ¿O es que cuando hablan del Islam mienten y cuando hablan de ciencia de pronto se transforman en personas serias y fidedignas?

          Por otro lado, es comprensible que haya muchos musulmanes que tengan una actitud hostil para con la moderna teoría de la evolución, y con justa razón porque dicha teoría ha sido mal utilizada para justificar políticas racistas por parte de las potencias europeas, como también por los ateos radicales para negar la existencia de Dios, pero cabe preguntarnos haciendo a un lado estas lacras ideológicas si el hecho objetivo de la evolución es realmente incompatible con la firme creencia en Dios desde el punto de vista del Islam. A continuación intentaremos dentro de las limitaciones inherentes a nuestra condición responder a esta interrogante, insha Allah.

          Comencemos por analizar los planteamientos de diferentes pensadores musulmanes que se han pronunciado al respecto.

          Abú Uthman Amr Ibn Bahr al Fuqaimi al Basri (776-869 d.C.), mejor conocido como Al Jahiz, fue el primero en sugerir la transformación de las especies animales cuyo mecanismo explicaba basándose en tres principios:

          • La voluntad de Dios y Su Poder, El puede transformar una especie en otra cuando quiera.
          • La lucha por la existencia, que para Al Jahiz es una ley decretada por Dios para preservar el equilibrio en la naturaleza.
          • El efecto del clima, la alimentación y la adaptación de los animales a ambientes cambiantes debido a las migraciones, lo que provoca el uso y el desuso de los órganos.

          Todo esto lo expone en su Kitab al Hayawan (Libro de los animales). Algunos como el sabio shafií de la ciencia del hadiz Al Khatib al Baghdadi han acusado a Al Jahiz de plagiar las ideas de la Historia Animalium de Aristóteles, lo cual esta completamente fuera de lugar porque la teoría de Al Jahiz no tiene ningún precedente en la historia de la ciencia, si bien es cierto que algunos filósofos griegos tales como Aristóteles y Empedocles hablaron del cambio y el movimiento en la naturaleza y en los seres vivos nunca elaboraron una teoría de la evolución y mucho menos explicaron sus mecanismos. Anaximandro se limito a decir que como los hombres necesitan de un largo periodo de crianza entonces los primeros seres humanos debieron surgir ya estando en la pubertad de alguna especie de peces que los habrían alojado en su interior como si fueran fetos, esta idea es muy vaga y dista mucho de ser una verdadera teoría de la evolución, lo cual echa por tierra la pretendida falacia de que los musulmanes sacaron sus ideas evolucionistas de los antiguos griegos.

          Ahmed Ibn Muhammad Ali Maskawaih (933-1032 d.C.) retomó la idea de evolución expuesta por Al Jahiz, la amplió y la perfeccionó llegando a la conclusión de que los primeros seres vivos que surgieron fueron aquellos pertenecientes al reino vegetal y que a partir de ahí se desarrollaron gradualmente los demás tipos de seres vivos. El poeta-filósofo de Pakistán Muhámmad Iqbal señala acertadamente en su libro Reconstruction of religious thought in Islam que Ibn Maskawaih fue el primer pensador musulmán en elaborar una clara y en muchos aspectos moderna teoría de la evolución que puede resumirse como sigue:


          Source: WebIslamdotcom

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          • #80
            La suite

            ......................................
            El mundo natural está compuesto de 3 reinos: el mineral, el vegetal y el animal. Cada reino constituye la fuente de alimento y la base sobre la cual se apoya el siguiente reino mas elevado, por lo tanto el reino mineral debe haber existido antes de que existiera el reino vegetal, el reino vegetal a su vez antes que el reino animal. De entre los animales primero debieron haber aparecido los menos desarrollados y a partir de esos los más desarrollados y por último todos los grupos de animales existían desde mucho antes de la aparición del hombre en la tierra.

            Ibn Maskawaih clasificó a los seres vivientes en una ‘gran cadena del ser’ dividida en varios niveles y grados desde los simples hasta los más complejos. Aquí hay que hacer notar que de acuerdo a esta clasificación el chimpancé se encuentra un grado por debajo del hombre. La teoría de la evolución de Ibn Maskawaih influyó en muchos pensadores musulmanes entre los que podemos citar a Abú al Hasan Ali Ibn al Husayn al Masudi, Ibn Tufayl, Ibn Jaldun, Ibn Qutayba y la escuela de filósofos neoplatónicos Ikhwan al Safa (los Hermanos de la Pureza). Todo esto lo explica en su libro Al Fauz al Asghar.

            Nasiraddin Tusi, nacido en 1201 en el antiguo Khorasan, señala en su libro Akhlag Nasiri que los cuerpos de las criaturas cambian como resultado de interacciones internas y externas como resultado de influencias ambientales. De acuerdo a Tusi los seres compiten entre si y de esta forma algunos han alcanzado un nivel mas alto que otros, algunos no se han desarrollado mucho y por lo tanto hay diferentes niveles de desarrollo en la naturaleza. Tusi escribió que los animales pueden cambiar la forma y la estructura de sus cuerpos para adaptarse al ambiente y que otros se adaptan al cambiar su comportamiento, estos últimos son los que se ven obligados a vivir juntos en comunidades para protegerse. En cuanto al origen de los humanos, Tusi creía que derivaban de animales avanzados, incluso escribió acerca de las diferentes formas de transición entre el mundo animal y el nivel humano: “tales animales viven en el Sudan occidental y en otros rincones distantes del mundo”. Tusi opinaba que los humanos están relacionados con todas las criaturas vivientes e incluso con los cuerpos inanimados que se encuentra en la naturaleza: “el ser humano tiene características que lo unen con el reino animal, el reino vegetal y hasta con los cuerpos inorgánicos”.

            En cuanto a las diferencias, Tusi escribió que los humanos no son solo seres biológicos, sino también seres sociales: “antes de la creación (de los seres humanos) todas las diferencias entre los organismos eran de tipo natural. El siguiente paso estará asociado con la perfección espiritual, la voluntad, la observación y el conocimiento.”

            Pasajes de tipo evolucionista en textos islámicos clásicos

            Veamos algunos ejemplos:

            En el Masnavi de Yalaluddin Rumi, en la historia IX del libro IV encontramos el siguiente pasaje:

            “La evolución del hombre.

            Primero el hombre apareció en el reino de las cosas inorgánicas, de ahí él pasó al reino de las plantas, por años vivió como una de las plantas, sin recordar nada de su previo estado inorgánico, y cuando pasó del estado vegetal al estado animal no recordó nada de su estado como planta excepto por la inclinación que sentía hacia el mundo de las plantas, especialmente en el tiempo de las dulces flores de primavera. Como la inclinación de los infantes hacia sus madres, los cuales no conocen la causa de su inclinación al pecho… Y otra vez el Creador que tú ya conoces lo sacó del estado animal y lo introdujo en el estado humano. De esta manera el hombre pasó de un orden de la naturaleza a otro, hasta que se volvió sabio y fuerte como es ahora. De sus primeras almas ya no recuerda nada. Y será cambiado otra vez de su estado actual.”

            En relación a estos versos Muhámmad Iqbal comentó:

            “la teoría de la evolución ha traído desesperanza y ansiedad, en lugar de entusiasmo por la vida y esperanza, al mundo moderno. La razón de esto se encuentra en la injustificada suposición moderna de que la presente estructura del hombre, tanto fisiológica como mental, es la última palabra en la evolución biológica, y que la muerte, considerada como un evento biológico, carece de significado constructivo. El mundo de hoy necesita a Rumi para crear una actitud de esperanza y para encender el fuego del entusiasmo por la vida.”

            Ibn Arabi comenta en su Uqlatu l Mustawfiz algunos puntos relacionados con el tema:

            “El mineral pasó a la vida vegetal, de la cual la vida animal surgió… Entonces la creación continuó sobre la tierra, minerales, luego los vegetales, luego los animales y luego el hombre. Dios hizo el último de cada uno de esos tipos. El último de los minerales y el primero de los vegetales es la trufa. El último de los vegetales y el primero de los animales es la palmera. El último de los animales y el primero del tipo humano es el mono.”

            “La meta de todo esto era que el hombre apareciera en la forma perfecta. Cuando el campo fue preparado de esta manera, apareció el hombre en la forma más agradable”.

            “Cuando Dios deseó la perfección de la evolución humana, reunió todas las realidades del universo y se las otorgó al hombre y lo iluminó con todos sus nombres.”

            Algunos intelectuales musulmanes prominentes como Abdel Wahid Yahia (René Guénon) y Seyyed Hossein Nasr, por quienes tengo un gran respeto, han explicado fragmentos de textos como los arriba citados utilizando la filosofía de Ibn Bajja. Este enseña que el hombre -por ser la forma de vida mas compleja de este mundo- contiene las características de la vida vegetal y de la vida animal y que incluso durante su desarrollo en el útero de su madre pasa por las diferentes etapas sucesivamente partiendo desde el mineral, de ahí que se diga que el hombre además del alma racional que le es propia posee también la mineral, la vegetal y la animal. Lo anterior lo complementan con la filosofía de Ibn Sina para explicar que la aparición en el mundo de los diferentes niveles que hay dentro de los reinos vegetal y animal no es producto de la evolución biológica de las especies sino del descenso gradual de arquetipos desde el plano sutil al orden temporal. Es decir: estos arquetipos se materializan en un momento particular de la historia del cosmos cuando las condiciones se prestan para la actualización de las potencialidades inherentes a su naturaleza. Por lo tanto, los que son de esta opinión admiten la posibilidad de la microevolución (o sea, una evolución limitada para adaptarse al medio, pero siempre dentro de las posibilidades de la forma o arquetipo) y niegan tajantemente la macroevolución, a la que denominan transformismo, que consiste en el origen de una especie a partir de otra preexistente y que es la base del darwinismo. La doctrina de Ibn Sina en la que se apoyan es muy similar a la doctrina de las rationes seminales del filósofo cristiano Agustín de Hipona y esto no es simple coincidencia, porque ambos estuvieron muy influenciados por la filosofía neoplatónica.

            A mi entender esta doctrina sería una excelente alternativa al darwinismo si no fuera por las siguientes 2 objeciones:

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            • #81
              La suite.........................
              1. Al negar la macroevolución implícitamente están negando la existencia de las formas fósiles de transición. Lo cual -si somos honestos y no recurrimos a tergiversaciones de la información de las que acostumbra Harun Yahia- no es posible ni sensato. A menos, claro está, que estemos dispuestos a admitir que estas formas intermedias descienden en este estado desde el plano de los arquetipos.

              2. Estos autores pretenden que esta opinión era la de todos los sabios musulmanes del periodo clásico de la ciencia islámica, lo cual no es cierto porque como ya vimos había quienes sostenían teorías transformistas -como Ibn Maskawaih y Nasiraddin Tusi- y además no todos los pasajes de este tipo son susceptibles de ser interpretados de esta forma como ejemplificaremos a continuación:

              “¡Qué maravilla cuando se contempla la creación! Arranca del reino mineral y asciende progresivamente de modo ingenioso al reino vegetal y luego al animal. El último plano (ufq) mineral se enlaza con el primer plano vegetal: hierbas y plantas sin simiente. El último plano vegetal, palmeras y vides, enlazan con el primer plano animal, el de los caracoles y moluscos (shadaf) que sólo poseen el sentido del tacto. La palabra continuidad o relación (ittisâl) significa que el último plano de cada reino está presto (musta'idd) a pasar de modo sorprendente a ser el primero del inmediato superior.

              El reino animal se desarrolla el número de especies crece, con el progreso gradual de la creación, y termina con el hombre, ser dotado de pensamiento e imaginación. El nivel (ufq) humano se alcanza a partir de los monos, que tienen sagacidad y percepción pero que no han alcanzado aún el estadio de la reflexión y del pensamiento. Desde este punto de vista el primer nivel humano viene después del mundo de los monos. Nuestra observación no va más allá.

              Se ha visto que el Universo, con su jerarquía de elementos simples y compuestos, sigue un orden natural de arriba a abajo. Las esencias situadas en la extremidad de cada nivel están destinadas a estar en contacto con las esencias vecinas por encima y por debajo. Así ocurre con los cuatro elementos. Del mismo modo, la palmera y la vid se encuentran en la escala superior de los vegetales y, por tanto, contiguas al escalón inferior de los animales, los caracoles y los mariscos; del mismo modo los monos, dotados de sagacidad y percepción, están en la vecindad del hombre, el único ser viviente dotado de pensamiento y reflexión. Esta posibilidad de evolución (isti’dâd) recíproca en cada nivel de la creación constituye lo que se llama continuidad o relación (ittisâl) de los seres vivos.”

              El anterior es un pasaje que nos regala el gran Ibn Khaldun en su Muqadima, y en otra parte de esta misma obra agrega:

              “El hombre pertenece a la categoría de los animales y Allah lo ha distinguido de ellos por la capacidad de pensar, la cual Allah le dio al hombre y mediante la cual el hombre es capaz de planificar sus acciones en una manera ordenada.”

              También Ibn Khaldun en su Muqadima hace un comentario de marcado carácter transformista:

              “El suelo se vuelve plantas y las plantas se vuelven animales. Esto solo puede llegar a ocurrir con la ayuda del espíritu y la naturaleza activa la cual tiene la habilidad de generar substancias y cambiar esencias.”

              Pero, ¿es la interpretación de estos pasajes -en el sentido de la evolución y desarrollo gradual de la creación- incompatible con la filosofía de Ibn Bajja y las fases sucesivas del desarrollo embrionario? No necesariamente, incluso pueden considerarse complementarias. Veamos que dice el Sagrado Quran en 71:14 y 71:17:

              “‘¿Qué os pasa que no dais reverencia a Dios, cuando Él os ha creado [a cada uno] en fases sucesivas?’”

              "‘Y Dios os ha hecho brotar de la tierra con un crecimiento [gradual]”.

              El comentario de Muhámmad Asad a este último versículo puede echar un poco de luz al asunto en cuestión:

              “Esta frase tiene un sentido doble. En primer lugar, alude a la evolución individual del cuerpo humano a partir de las mismas sustancias –orgánicas e inorgánicas—presentes en la superficie de la tierra y en su interior: en tal sentido, amplía la alusión, en el versículo 14 anterior, a la creación del individuo humano ‘en fases sucesivas’. En segundo lugar, alude a la evolución de la especie humana que, partiendo de los organismos vivos más primitivos en la tierra, ha ascendido gradualmente, en fases de desarrollo cada vez más elevadas, hasta alcanzar finalmente la complejidad de cuerpo, mente y alma que encontramos en el ser humano.”

              Uno de los aspectos más sorprendentes del Sagrado Quran es el uso de expresiones que describen en forma exacta diferentes situaciones sin que se rompa la armonía entre los distintos niveles de significado, otro ejemplo muy claro de esto y que también esta relacionado con el tema que nos ocupa es el versículo 30 del sura 21:

              “¿NO VEN, acaso, los que empeñan en negar la verdad que los cielos y la tierra formaban [antes] una sola masa, que luego fragmentamos? --¿y [que] hemos hecho a partir del agua todas las cosas vivas? ¿No van, pues, a [empezar a] creer?”

              Asad comenta:

              “La afirmación de que Dios ‘ha hecho a partir del agua todas las cosas vivas’ expresa de forma muy concisa una verdad aceptada hoy unánimemente por la ciencia. Esta declaración tiene tres vertientes: (1) El agua –y, más concretamente, el mar—constituyó el entorno en el cual se originó el prototipo de toda la materia viva; (2) de entre la gran cantidad de líquidos –existentes o concebibles—sólo el agua posee las cualidades peculiares que se requieren para la aparición y el desarrollo de la vida; (3) el protoplasma, base material de toda célula viva –tanto en las plantas como en los animales—y que representa la única forma de materia en la que se manifiestan los fenómenos de la vida, está formado en su mayor parte por agua y, por lo tanto, depende totalmente de ella. Tomando esto juntamente con la afirmación anterior, referida al origen unitario del universo material, el nacimiento de la vida de, y en el seno de, un elemento igualmente unitario apunta a la existencia de un plan unitario subyacente a toda la creación y, por consiguiente, a la existencia y a la unidad del Creador.”

              Islam y Darwinismo

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              • #82
                La suite...............
                Ya hemos mostrado como la teoría de la evolución en su forma original es producto de la civilización islámica clásica y no de una conspiración masónica mundial para destruir los valores religiosos (como sostienen el señor Adnan Oktar, mejor conocido como Harun Yahia, y los que piensan como él). Por el contrario algunos científicos occidentales contemporáneos de Charles Darwin asociaron la teoría evolucionista de este con la antigua teoría islámica. John William Draper, que en aquel entonces era presidente de la Universidad de Nueva York escribió en su libro History of the Conflict between Religión and Science lo siguiente refiriéndose a los musulmanes de la Edad Media:

                “A veces, no sin sorpresa, nos topamos con ideas de las cuales nos congratulamos de haber originado en nuestro tiempo. Así nuestra moderna teoría de la evolución y el desarrollo fue enseñada en sus escuelas. De hecho la llevaron mucho mas lejos de lo que nosotros estamos dispuestos a hacerlo expandiéndola hasta las cosas inorgánicas o minerales.”

                Y en otra parte de ese mismo libro añade:

                “Las autoridades teológicas (cristianas) se vieron por tanto obligadas a ver con desaprobación cualquier intento de llevar el origen de la tierra a una época indefinidamente remota, y la teoría mahometana de la evolución del hombre desde las formas mas bajas, de su gradual desarrollo hasta su forma presente en un largo lapso de tiempo.”

                Pero a pesar de las similitudes entre la teoría de Darwin y la teoría islámica hay una enorme diferencia entre ambas. Mientras la visión musulmana de la evolución pone a Dios en el centro de su entendimiento de todos los procesos naturales, el darwinismo en su interpretación miope y materialista reduce la causalidad al plano horizontal y tiende a negar la causalidad vertical, o sea la causalidad Divina, y de esta forma coloca a la cadena vertical del ser en el plano horizontal despojando de todo significado trascendente al concepto de la evolución. En otras palabras: al sustituir los orígenes del universo y del fenómeno de la vida como actos creativos de Dios por la accidentalidad y el azar, priva de todo significado a la existencia y nos presenta un sombrío panorama de un universo de fuerzas ciegas a la deriva y sin rumbo que resulta lógicamente inadmisible y repugnante a la razón humana.

                Sin embargo, lo anterior no es justificación para que caigamos en el error de Harun Yahia y todos los que confunden el hecho científico de la evolución y el desarrollo de la vida por etapas con las concepciones filosóficas que pretenden utilizar este conocimiento para negar la existencia de Dios, tales como el materialismo, el ateismo y sus engendros como el marxismo. Estas doctrinas filosóficas ciertamente deben ser rechazadas, criticadas y refutadas por los musulmanes haciendo uso de la sabiduría contenida en las fuentes islámicas, pero este debate no debe salirse de su justa dimensión e invadir el campo de la biología o de la paleoantropología. Debemos aprender a distinguir los descubrimientos de los científicos no musulmanes de sus interpretaciones materialistas, que son subjetivas, y de sus posibles prejuicios ateos.

                El grave error conceptual de Harun Yahia y sus seguidores radica precisamente en que al no saber distinguir los hechos científicos de las interpretaciones materialistas de algunos personajes que se han aprovechado de ellos para promover su causa (como es el caso de Karl Marx), en su afán de refutar el materialismo se ven forzados a salir con absurdas y fantasiosas teorías de conspiración, que solo promueven la paranoia y la irracionalidad entre los musulmanes, lo cual no ayuda en lo absoluto a la causa de la Umma y no es bueno para nadie. Y peor aún, esta actitud obsesiva y poco objetiva los lleva a recurrir a la fraudulenta y deshonesta práctica de los fundamentalistas evangélicos y los Testigos de Jehová, consistente en citar fuera de contexto las palabras de los científicos y en falsear la información disponible acerca de las formas de transición presentes en el registro fósil. Pues sí las hay aunque estén empeñados en negarlo.

                Permítanme mostrar sus torcidos procedimientos con un ejemplo que considero ilustrativo:

                ¿El Archaeopterix es solo un ave?

                En su libro El engaño del Evolucionismo el señor Adnan Oktar afirma que el Archaeopterix es solo un pájaro arcaico, y para probarlo se pone a enumerar todas las características que comparte con las aves modernas. Esto solo es una cortina de humo, porque el Archaeopterix indudablemente está considerado una especie de ave por el hecho de que poseía plumas. Para complementar lo anterior el señor Oktar expone las diferencias entre los dientes del Archaeopterix y los de los dinosaurios pequeños para refutar cualquier vínculo evolutivo, pero extrañamente se le olvida señalar que el esqueleto del Archaeopterix es muy parecido al del Compsognathus, una especie de dinosaurio pequeño. Ambos tipos comparten las mismas estructuras óseas del cráneo, de la cola, de las garras y de las patas, ¿por qué omitir esta información? Porque esto deja fuera de toda duda razonable el parentesco entre las 2 especies e indica que el Archaeopterix es precisamente lo que se debe esperar de una forma intermedia: un dinosaurio emplumado. La única defensa de Harun Yahia y sus colegas los fundamentalistas bíblicos ante esta evidencia tan contundente es argumentar que hoy en día hay especies de pájaros como el turaco, el chajá y el hoatzin que poseen espolones para sostenerse sobre las ramas de los árboles. Pero esto no tiene nada que ver con el asunto del Archaeopterix, porque ninguna de estas aves posee garras funcionales de tres dedos ni cola de dinosaurio.

                Este mismo procedimiento -ocultar lo que le preocupa y mostrar solo lo que le conviene- lo aplica también a las formas intermedias entre el hombre y el mundo de los grande simios antropoides. También abusa de los fraudes del hombre de Nebraska y el hombre de Piltdown para probar que la teoría de la evolución es falsa. Lo que no deja claro es que estos fraudes fueron refutados por los mismos científicos y tendenciosamente trata de meter los verdaderos fósiles en la misma bolsa. Este tipo de manipulaciones de la información dejan en claro que su intención no es informar objetivamente. En cuanto al argumento que Harun Yahia ha repetido hasta el cansancio de que la existencia de fósiles vivientes (es decir: especies que convivieron con los dinosaurios y otros animales ahora extintos y que siguen viviendo en la actualidad sin mostrar grandes cambios en su organismo cuando se les compara con sus antepasados que vivieron hace millones de años) refuta la teoría de la evolución y la hunde por completo, dejaré que se lo responda el científico musulmán Nasiraddin Tusi, quien decía que las especies compiten entre si y mientras que algunas han alcanzado un alto nivel de desarrollo, otras no se han desarrollado casi nada. Por eso hay diferentes niveles de desarrollo en la naturaleza de acuerdo al plan maestro de Allah. Harun Yahia tendría que estudiar más la ciencia islámica clásica y menos las publicaciones de los fundamentalistas evangélicos y la revista Wacht Tower de los Testigos de Jehová. Pero lo más curioso es que al final de su libro El Engaño del Evolucionismo el mismo Harun Yahia afirma lo siguiente:

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                • #83
                  La suite de l'article en espagnol

                  La suite.........:

                  “¿Importaría realmente que el escenario propuesto por los evolucionistas haya tenido lugar? Para nada. La razón de ello es que cada etapa presentada por la teoría de la evolución y basada en la casualidad podía tener lugar solamente como resultado de un milagro. Incluso si la vida se produjo gradualmente a través de esa sucesión de etapas, cada una de ellas habría sido producida solamente por una voluntad consciente. No solamente es poco admisible que esas etapas hubiesen tenido lugar casualmente, sino que es imposible. Si se dice que una molécula de proteína se había formado bajo las condiciones atmosféricas primitivas, hay que recordar que ya se había demostrado por medio de las leyes de la probabilidad, biológicas y químicas, que esto no podía suceder por casualidad. Pero si se debe afirmar que fue producido, no hay ninguna otra alternativa más que admitir que debió su existencia a la voluntad de un Creador. La misma lógica se aplica a todas las hipótesis presentadas por los evolucionistas. Por ejemplo, no hay ninguna evidencia paleontológica, física, química o biológica, como así tampoco ninguna justificación lógica, que pruebe que el pez pasó del agua a la tierra para dar lugar a los animales terrestres por medio de esa transición [nota: aquí se equivoca Harun Yahia, si la hay, se llama Tiktaalik Roseae y muestra características de pez y de animal terrestre, es una forma intermedia perfecta entre ambos grupos]. Pero si uno debe aceptar que los peces treparon a la tierra firme y se convirtieron en reptiles, quien haya afirmado eso debería aceptar también la existencia de un Creador capaz de hacer que lo que El desea pase a existir mediante la simple palabra ‘sea’. Cualquier otra explicación para un milagro así, es contradictoria y una violación de los principios de la lógica.”

                  En resumidas cuentas el descubrimiento de formas intermedias en el registro fósil no tendría porque perturbar a los musulmanes, al contrario debería ser un motivo de orgullo y satisfacción puesto que viene a confirmar las intuiciones de algunos grandes musulmanes del periodo de esplendor de la civilización islámica que a su vez tienen su origen en las enseñanzas del Sagrado Quran.

                  Conclusiones

                  La doctrina islámica de la creación puede permitir una interpretación evolucionista. En este punto algunos podrían argumentar que esto es un absurdo porque la idea de una evolución teísta islámica no va a ser aceptada por los científicos ateos o por los agnósticos, a lo cual yo respondo que en este asunto no se trata de satisfacer a los no creyentes, se trata de cumplir con nuestro deber de musulmanes de ir en la búsqueda del conocimiento. Y si resulta que el análisis objetivo de los hechos se decanta a favor de que en efecto hubiera un proceso evolutivo que dio origen a las diferentes formas de vida, ¿qué vamos a hacer? ¿Esconder la cabeza como avestruces y negar la realidad? ¿Engañarnos a nosotros mismos y encerrarnos en nuestro mundo sectario diciendo que no son más que inventos de los enemigos de los musulmanes? Como dije al principio de este humilde escrito, no veo razón válida alguna para adoptar esas posturas oscurantistas, y menos cuando la idea de la evolución en si no entraña contradicción alguna ni con la Revelación ni con la ciencia islámica clásica, siempre y cuando a mi entender tengamos bien claros los siguientes 3 puntos:

                  • Que Dios es el motor que a cada momento renueva la creación. Por lo tanto, si el proceso evolutivo es originado, sustentado y realizado por un Creador consciente, por consiguiente debe dirigirse hacia un fin trascendente.

                  • Que Dios crea las causas y los efectos que se manifiestan a nuestra percepción limitada en el tiempo y en el espacio como indicios de la evolución, o sea Dios es el agente que produce las causas y los efectos que se manifiestan a nuestra percepción como la individuación y desarrollo de las diferentes especies animales y vegetales.

                  • Que el hombre es una criatura exaltada por Dios por sobre las demás y nombrada Khalifat al Rahman para este planeta, independientemente de cual haya sido el origen biológico del cuerpo físico del primer ser humano conocido como Adam (la paz sea con él), ya que la parte espiritual y cognoscitiva del hombre está mas allá de la mera evolución biológica de su organismo y proviene de la facultad sutil del Ruh la cual Dios creó e insufló en él. Esto en el entendido de que los versículos del Noble Quran que hablan de la creación del hombre no pueden interpretarse en una forma literal tajante, ya que en unos se menciona que fue creado del polvo y en otros que lo fue de la arcilla, lo que nos deja con 2 posibilidades: A) que se trata de una contradicción, lo cual es impensable porque el Quran esta libre de error, B) o bien que Dios nos esta hablando en lenguaje metafórico respecto de este tema y por lo tanto saber exactamente el cómo de la creación de Adam esta fuera nuestra capacidad, siendo lo mejor dejar el asunto a Dios.

                  Y solo Allah sabe.

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                  Oktar, Adnan. El engaño del Evolucionismo. Al Attique, 2001.

                  Khaldun, Ibn. The Muqaddimah. Trans. by Franz Rosenthal. Princeton University
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                  Iqbal, Muhámmad. Reconstruction of religious thought in Islam. Oxford
                  University Press, 1934. (Edición en castellano en Trotta).

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                  Shanavas, T.O.. Islam does not inhibit science. irfi.org

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