REPORTAJES 28 de Abril de 2020Historia, memoria, eventos y actores del Sáhara
En diálogo con el intelectual saharaui Mrabbih Rabbou Maoulainine
Clara Riveros
Clara Riveros y Mrabbih Rabbou Maoulainine
PHOTO/Ramdan Mesaud - Clara Riveros y Mrabbih Rabbou Maoulainine en la estación de tren Rabat Ville, sábado 18 de noviembre de 2017
El pasado 18 de abril de 2020, falleció en Rabat el intelectual saharaui Mrabbih Rabbou Maoulainine. Con él, tuve algunas reuniones y sesiones de entrevista entre 2017 y 2019 para reconstruir diferentes aspectos y eventos de la historia del Sáhara. Hoy presento esta entrevista inédita -sus memorias-, a modo de homenaje póstumo y con la intención de que las palabras de Mrabbih no queden en el olvido. Extiendo a su familia y amigos mis condolencias y sentimientos de pesar por esta gran pérdida para la sociedad marroquí y particularmente para la comunidad saharaui. Descanse en paz.
Mrabbih Rabbou Maoulainine
¿Usted es descendiente de Cheij (Cheikh) Maelainine, el mítico Maelainine de la zawia de la ciudad de Smara1?
Disculpe mi español que es un poco mediocre. Mi abuelo fue uno de los hijos de Cheij Maelainine. En los archivos españoles y marroquíes están los registros, la historia, que corrobora que mi abuelo fue uno de los dirigentes de la resistencia que estuvo luchando contra la colonización francesa desde 1912 hasta 1934.
Su español es muy bueno. Hábleme un poco de esa resistencia…
Las luchas de resistencia entre 1912 y 1934 fueron emprendidas por la gente del sur de Marruecos y de los emiratos de lo que hoy se denomina Mauritania. La capital de la resistencia fue Kerdush. Tres hijos de Cheij Maelainine formaron parte y estuvieron al frente de la resistencia: Cheij El Hiba, que murió envenenado por los franceses, era quien dirigía todo y nombró a sus hermanos con contingentes en diferentes lugares: Cheij Sidi Ahmed Uld, quien se quedó en Agadir y Cheij Merebi Rebou (o Merebbi Rebbou en francés), mi abuelo, quien estuvo en Tiznit y en Tarudant. Llegó a Marrakech en época de Ramadán para una tercera etapa en la resistencia al colonialismo francés. Volvió al Sáhara en 1934 y lo recibieron las autoridades españolas en Tarfaya, su casa está allí. Murió en 1942 y está enterrado a unos 50 kilómetros al este de Laâyoune, al igual que mi padre.
¿Qué me puede decir acerca del Sáhara español?
No hay Sáhara español. El territorio del Sáhara no puede ser una extensión o prolongación del territorio español simplemente porque no hay manera de que España estuviera en el Sáhara antes que Marruecos. El Sáhara era una parte del territorio marroquí antes de la colonización francesa y española. Las tribus del Sáhara son una extensión de las demás tribus que hay en Marruecos. Usted puede ir a Essaouira o a Marrakech y comparar las tribus que existen en esas ciudades y las que existen en el Sáhara. En lo que respecta a la colonización del sur de Marruecos por parte de España esta empezó, de manera efectiva, en octubre de 1934. Las órdenes en relación con el Sáhara provenían de Tetuán, todo se dirigía desde allí hasta el final del protectorado en 1956.
Desde un punto de vista sociológico, las tribus que están en el Sáhara son la continuación de las que están en el resto de Marruecos, aunque España intentó hacer del Sáhara una zona distinta y diferente de Marruecos y de Mauritania, pero sin éxito. Para ese propósito, España se basó en la obra El Badia (El Campo) de un sabio del siglo XIX, Cheij Mohammed Elmami, un poeta y conocedor de la jurisprudencia islámica que murió en 1864.
Cheij Mohammed Elmami observó en su obra que la jurisprudencia del campo, en relación con las costumbres rurales, era diferente de la jurisprudencia que se aplicaba en las ciudades y, entonces, las autoridades españolas pensaron que eso era suficiente para diferenciar a las tribus del Sáhara del resto de Marruecos. En el campo y en las zonas rurales siempre ha habido costumbres diferentes que tienen que ver con muchos factores y que marcan diferencias notables con las costumbres y prácticas de la gente en las ciudades. Eso es algo que no solo tiene lugar aquí en Marruecos, también ocurre en Argelia, en Túnez, en Egipto, en Arabia Saudí, en muchos lugares. Pero los españoles pretendieron que eso solo existía en el Sáhara y así lo manejaron en La Haya cuando el tema se llevó a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en 1975.
Uno de los grandes problemas de toda la producción académica española sobre el Sáhara tiene que ver con el hecho de que eran pocos, y son pocos, los que comprenden o conocen el árabe. España no hizo ningún esfuerzo ni por comprender ni por traducir esa historia que da cuenta de los vínculos históricos del Sáhara con Marruecos, de los habitantes del Sáhara con los sultanes de Marruecos. Se ignoró completamente la bibliografía del Sáhara, los decretos y documentos oficiales y los documentos que tenían unas pocas familias en el Sáhara.
Entonces, según usted, ¿carece de validez la producción bibliográfica española sobre el Sáhara?
Los españoles no tradujeron los manuscritos en árabe que daban cuenta de la historia anterior a la presencia colonial, pensaron que la historia empezaba a partir de la llegada de ellos. Esos escritos, documentos, decretos, correspondencia, aunque ignorados por España, existen, dan cuenta de una historia anterior a la presencia colonial española y francesa. Hay casi dos mil documentos oficiales franceses que demuestran esa relación histórica del Sáhara con Marruecos. Hubo correspondencia oficial y nombramientos oficiales en el Sáhara hechos por el sultán de Marruecos antes de que llegara España. Incluso, durante el periodo del protectorado español, Tetuán fue la capital efectiva del Sáhara. Se entiende así porque los jalifas, caídes y jueces que estaban en Tánger y en Tetuán tenían a sus respectivos vices en Tarfaya y en Laâyoune y todos estos nombramientos dependían del sultán de Marruecos. Dependían del sultán porque el territorio del Sáhara era parte de Marruecos. Eso no estaba en discusión.
Durante el periodo del protectorado las cuestiones religiosas y de enseñanza en el Sáhara dependían del representante del sultán en Tetuán quien designaba a su representante en el Sáhara. Uno de ellos fue un hijo de Cheij Maelainine. Desde Tetuán, fueron nombrados Salek Uld Abdallah y después Mohammed Laghdaf como representantes del jalifa en el Sáhara.
El único esfuerzo serio que hizo España respecto al Sáhara fue el trabajo etnográfico realizado por Julio Caro Baroja entre 1952 y 1953, titulado Estudios Saharianos (1955). Ese fue un buen trabajo y es lo único serio que hicieron los españoles en términos de estudios. Caro Baroja habla de las tribus y de las costumbres, aunque no de todas las tribus. Incluso, en un comienzo, él dudó si aceptar la realización de ese trabajo por sus limitaciones especialmente en lo que refiere al desconocimiento del árabe. Sin embargo, hizo un buen trabajo. Abordó la función espiritual y religiosa que cumplía Cheij Maelainine y, aunque no llegó a investigar a todas las tribus del Sáhara, su aproximación a los usos y costumbres de algunas de las tribus constituyen un trabajo interesante.
En diálogo con el intelectual saharaui Mrabbih Rabbou Maoulainine
Clara Riveros
Clara Riveros y Mrabbih Rabbou Maoulainine
PHOTO/Ramdan Mesaud - Clara Riveros y Mrabbih Rabbou Maoulainine en la estación de tren Rabat Ville, sábado 18 de noviembre de 2017
El pasado 18 de abril de 2020, falleció en Rabat el intelectual saharaui Mrabbih Rabbou Maoulainine. Con él, tuve algunas reuniones y sesiones de entrevista entre 2017 y 2019 para reconstruir diferentes aspectos y eventos de la historia del Sáhara. Hoy presento esta entrevista inédita -sus memorias-, a modo de homenaje póstumo y con la intención de que las palabras de Mrabbih no queden en el olvido. Extiendo a su familia y amigos mis condolencias y sentimientos de pesar por esta gran pérdida para la sociedad marroquí y particularmente para la comunidad saharaui. Descanse en paz.
Mrabbih Rabbou Maoulainine
¿Usted es descendiente de Cheij (Cheikh) Maelainine, el mítico Maelainine de la zawia de la ciudad de Smara1?
Disculpe mi español que es un poco mediocre. Mi abuelo fue uno de los hijos de Cheij Maelainine. En los archivos españoles y marroquíes están los registros, la historia, que corrobora que mi abuelo fue uno de los dirigentes de la resistencia que estuvo luchando contra la colonización francesa desde 1912 hasta 1934.
Su español es muy bueno. Hábleme un poco de esa resistencia…
Las luchas de resistencia entre 1912 y 1934 fueron emprendidas por la gente del sur de Marruecos y de los emiratos de lo que hoy se denomina Mauritania. La capital de la resistencia fue Kerdush. Tres hijos de Cheij Maelainine formaron parte y estuvieron al frente de la resistencia: Cheij El Hiba, que murió envenenado por los franceses, era quien dirigía todo y nombró a sus hermanos con contingentes en diferentes lugares: Cheij Sidi Ahmed Uld, quien se quedó en Agadir y Cheij Merebi Rebou (o Merebbi Rebbou en francés), mi abuelo, quien estuvo en Tiznit y en Tarudant. Llegó a Marrakech en época de Ramadán para una tercera etapa en la resistencia al colonialismo francés. Volvió al Sáhara en 1934 y lo recibieron las autoridades españolas en Tarfaya, su casa está allí. Murió en 1942 y está enterrado a unos 50 kilómetros al este de Laâyoune, al igual que mi padre.
¿Qué me puede decir acerca del Sáhara español?
No hay Sáhara español. El territorio del Sáhara no puede ser una extensión o prolongación del territorio español simplemente porque no hay manera de que España estuviera en el Sáhara antes que Marruecos. El Sáhara era una parte del territorio marroquí antes de la colonización francesa y española. Las tribus del Sáhara son una extensión de las demás tribus que hay en Marruecos. Usted puede ir a Essaouira o a Marrakech y comparar las tribus que existen en esas ciudades y las que existen en el Sáhara. En lo que respecta a la colonización del sur de Marruecos por parte de España esta empezó, de manera efectiva, en octubre de 1934. Las órdenes en relación con el Sáhara provenían de Tetuán, todo se dirigía desde allí hasta el final del protectorado en 1956.
Desde un punto de vista sociológico, las tribus que están en el Sáhara son la continuación de las que están en el resto de Marruecos, aunque España intentó hacer del Sáhara una zona distinta y diferente de Marruecos y de Mauritania, pero sin éxito. Para ese propósito, España se basó en la obra El Badia (El Campo) de un sabio del siglo XIX, Cheij Mohammed Elmami, un poeta y conocedor de la jurisprudencia islámica que murió en 1864.
Cheij Mohammed Elmami observó en su obra que la jurisprudencia del campo, en relación con las costumbres rurales, era diferente de la jurisprudencia que se aplicaba en las ciudades y, entonces, las autoridades españolas pensaron que eso era suficiente para diferenciar a las tribus del Sáhara del resto de Marruecos. En el campo y en las zonas rurales siempre ha habido costumbres diferentes que tienen que ver con muchos factores y que marcan diferencias notables con las costumbres y prácticas de la gente en las ciudades. Eso es algo que no solo tiene lugar aquí en Marruecos, también ocurre en Argelia, en Túnez, en Egipto, en Arabia Saudí, en muchos lugares. Pero los españoles pretendieron que eso solo existía en el Sáhara y así lo manejaron en La Haya cuando el tema se llevó a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en 1975.
Uno de los grandes problemas de toda la producción académica española sobre el Sáhara tiene que ver con el hecho de que eran pocos, y son pocos, los que comprenden o conocen el árabe. España no hizo ningún esfuerzo ni por comprender ni por traducir esa historia que da cuenta de los vínculos históricos del Sáhara con Marruecos, de los habitantes del Sáhara con los sultanes de Marruecos. Se ignoró completamente la bibliografía del Sáhara, los decretos y documentos oficiales y los documentos que tenían unas pocas familias en el Sáhara.
Entonces, según usted, ¿carece de validez la producción bibliográfica española sobre el Sáhara?
Los españoles no tradujeron los manuscritos en árabe que daban cuenta de la historia anterior a la presencia colonial, pensaron que la historia empezaba a partir de la llegada de ellos. Esos escritos, documentos, decretos, correspondencia, aunque ignorados por España, existen, dan cuenta de una historia anterior a la presencia colonial española y francesa. Hay casi dos mil documentos oficiales franceses que demuestran esa relación histórica del Sáhara con Marruecos. Hubo correspondencia oficial y nombramientos oficiales en el Sáhara hechos por el sultán de Marruecos antes de que llegara España. Incluso, durante el periodo del protectorado español, Tetuán fue la capital efectiva del Sáhara. Se entiende así porque los jalifas, caídes y jueces que estaban en Tánger y en Tetuán tenían a sus respectivos vices en Tarfaya y en Laâyoune y todos estos nombramientos dependían del sultán de Marruecos. Dependían del sultán porque el territorio del Sáhara era parte de Marruecos. Eso no estaba en discusión.
Durante el periodo del protectorado las cuestiones religiosas y de enseñanza en el Sáhara dependían del representante del sultán en Tetuán quien designaba a su representante en el Sáhara. Uno de ellos fue un hijo de Cheij Maelainine. Desde Tetuán, fueron nombrados Salek Uld Abdallah y después Mohammed Laghdaf como representantes del jalifa en el Sáhara.
El único esfuerzo serio que hizo España respecto al Sáhara fue el trabajo etnográfico realizado por Julio Caro Baroja entre 1952 y 1953, titulado Estudios Saharianos (1955). Ese fue un buen trabajo y es lo único serio que hicieron los españoles en términos de estudios. Caro Baroja habla de las tribus y de las costumbres, aunque no de todas las tribus. Incluso, en un comienzo, él dudó si aceptar la realización de ese trabajo por sus limitaciones especialmente en lo que refiere al desconocimiento del árabe. Sin embargo, hizo un buen trabajo. Abordó la función espiritual y religiosa que cumplía Cheij Maelainine y, aunque no llegó a investigar a todas las tribus del Sáhara, su aproximación a los usos y costumbres de algunas de las tribus constituyen un trabajo interesante.
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